¿Tienes puntos o lunares rojos en la piel? ¿Debes preocuparte?  

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Los denominados puntos rojos o puntos rubí aparecen con frecuencia a partir de los 40 o 45 años.Por su tamaño y su forma, algunas personas pueden confundir los puntos rojos con lunares, aunque en realidad se trata de lesiones muy diferentes.

Se trata de pequeñas dilataciones capilares debidas a fallos en el sistema vascular. Es algo parecido a lo que ocurre en las piernas con las varices.

Normalmente estos lunares o puntos son pequeños, de un tono rojo carmesí, y por lo general tienen un poco de relieve. Se recomienda que si su tamaño es como la cabeza de un alfiler hay que consultar al médico. Existen dos hipótesis sobre su origen.

¿Tienes puntos o lunares rojos en la piel? ¿Debes preocuparte?

Muchas personas se preguntan qué es lo que causa que salgan esos puntos o lunares rojos y una de las hipótesis se basan que los puntos rojos son pequeñas dilataciones capilares debido a fallas en el sistema vascular, y se compararía con las varices (vasos sanguíneos dilatados) y seria perpendiculares a la piel, en lugar de horizontales.

Cuando salen esporádicamente no serían peligrosos en sí mismos, pero debe tomar en cuenta si los puntos le aparecen de repente o con frecuencia, ya que debería de chequear si el sistema circulatorio está funcionando bien.

Otra teoría dice que esos puntos o lunares rojos son pequeños tumores benignos y no serían peligrosos en principio, pero si ve que van creciendo, debe de estar atento por si ve un aspecto irregular o cualquier indicador sospechoso en su apariencia.

No debes alarmarte si tienes  un lunar rojo, cualquiera que  sea su causa, pero se recomienda que consultes a tu médico para un examen rutinario y que salgas de cualquier duda.

Como prevenir esos puntos o lunares rojos.

Si nuestro organismo está equilibrado y saludable los lunares rojos tienden a no aparecer, así que es recomendable llevar una vida sana y una alimentación saludable para prevenirlo.

  • Mantén depurado tu organismo y cuida tu hígado.
  • Bebe muchos jugos, vegetales frescos, y 8 vasos de agua por día.
  • Introduce grasas saludables a tu dieta, como el aguacate y el aceite de oliva.
  • Bebe un vaso de jugo de limón por las mañanas.
  • Consume infusiones depurativas, como la de diente de león.

Fuente e imagen: La bio guía.

 

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